Mtra. Lucía Mercedes Rosas Coronado, junio 2021
A través del tiempo los niveles de
profesionalización de las personas se reflejan con el grado de conocimiento
dentro de un área en específico, la aplicación de dichos saberes en su vida
cotidiana y el desempeño laboral en su trabajo.
Hoy en día estudiar una licenciatura es tan solo el primer paso de una profesionalización integral ya que las empresas de manera continua buscan seleccionar los perfiles más capacitados para sus áreas laborales, debido a que esto reduce el riesgo de tener mayores errores y/o perdidas en la empresa, permitiendo con ello el aumento de las ganancias y la perpetuación de esta en el tiempo (Observatorio Laboral Nacional, 2019).
Sin embargo, para poder seleccionar cual es la vía que se necesita para capacitarse y/o estar acorde a las exigencias del mercado laboral, las personas tendrán que tomar en cuenta sus necesidades educativas a corto, mediano y largo plazo. Es decir, una persona dependiendo del tipo de necesidad personal y/o laboral que necesita deberá de optar por un curso de capacitación, actualización y/o grado de profesionalización mayor, vinculado a su área de desempeño laboral.
Seleccionar la vía de formación y/o profesionalización permite la competitividad de las personas, la posibilidad de acceder a mejores oportunidades laborales, conferir herramientas teóricas y prácticas con las que las personas pueden enfrentar los retos laborales en distintos niveles.
Diferencias entre Posgrados y Formación Continua.
Como posgrados podemos entender a profundidad
la rama de algún tema después de haber cursado la licenciatura. Entre ellos
tenemos las Especialidades, Maestrías y Doctorados; dentro de los cuales los
dos primeros según el Observatorio Laboral Nacional (2019), son el paso
siguiente después de haber terminado la licenciatura, sin embargo, no son lo
mismo, no funcionan de la misma manera, ni atraen los mismos beneficios.
Su principal objetivo es el de
profundizar el dominio de conocimientos teóricos, técnicos y metodológicos en
alguno aspecto o área disciplinar profesional, ampliando la capacitación en
base a conocimientos a través de un entrenamiento intensivo. Con una
especialidad se desarrollan habilidades que se pueden desempeñar en lo laboral de
manera inmediata (observatorio Laboral Nacional, 2019).
Toda esta gama de actividades se complementa con un trabajo final individual de integración, cuya modalidad varía de acuerdo con cada institución académica. Al finalizar, se obtiene un diploma académico de Especialista en alguna rama precisa de la profesión o campo de aplicación estudiado. Estos programas constan de una carga horaria mínima de 360 horas, o su equivalente en créditos, es decir, su duración promedio es de un año.
Puntos para considerar de una especialidad:
Contrario a una especialidad, una
maestría proporciona una formación académica, teórica y práctica superior, que
requiere de habilidades analíticas e interpretativas para elaborar conceptos y
desarrollar argumentos. Tiene por objeto proporcionar una formación superior en
un área de una disciplina o interdisciplinaria (a diferencia de la
especialidad), profundizando la formación en el desarrollo teórico,
tecnológico, profesional, para la investigación, el estudio y adiestramiento
específico (Laboratorio Laboral Nacional, 2019).
Al finalizar los estudios para obtener
el título de Maestro, es necesario realizar un trabajo final, proyecto, obra o
tesis que demuestre la destreza en el manejo conceptual y metodológico
correspondiente al plan de estudios y al conocimiento en las áreas
disciplinares, o interdisciplinares del caso. Los programas de maestría tienen
una duración mínima de 540 horas (un promedio de dos años), además de algunas
horas adicionales de tutoría y tareas de investigación para el desarrollo del
proyecto de titulación.
Puntos para considerar de una Maestría:
Formación Continua (Programas y Diplomados)
Por su parte la formación continua es
la adquisición sistemática de actitudes, conceptos, conocimientos, reglas o
destrezas que implican una mejora en la realización de un trabajo en corto tiempo.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2019) esta es un elemento
clave para que las personas puedan aumentar su grado de especialización en temas
muy concretos de la vida laboral.
A medida que la tecnología avanza y la
competencia se intensifica, las empresas de vanguardia comprenden los
beneficios de la formación continua para sus empleados. Si bien la
capacitación de los empleados requiere una inversión sustancial en tiempo y
capital, los retornos pueden aumentar la productividad, el cumplimiento y
calidad general del trabajo.
Puntos para considerar de la formación continua:
Sin duda la continuación de la profesionalización deberá de ser prioritaria tanto para empresas como para empleados, ya que esta permite la competencia del individuo dentro del mercado laboral, donde las exigencias de la actualización han aumentado de manera considerable a nivel global. Por tanto, resulta imperante que las personas, así como las organizaciones evalúen la oferta académica que actualmente se promueve en el mercado educativo, tomando en cuenta cuales son los temas de mayor auge, los cuales sirvan para elevar su nivel de preparación profesional, detonado con ello mayores oportunidades de empleabilidad.
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