Lucía
Mercedes Rosas Coronado, Octubre de 2020
La
Organización Internacional del Trabajo (OIT), el pasado mes de julio realizó un
encuentro internacional virtual, donde jefes de estado y gobierno, así como
destacados dirigentes empresariales y sindicales de diversos países del mundo,
participaron en un debate vinculado a la situación laboral global ante la pandemia
del COVID-19.
El
encuentro tuvo lugar en Ginebra Suiza, donde los participantes de África, las
Américas, Estados Árabes, Asia, el Pacífico, Europa Central entre otros,
debatieron de manera virtual diversas estrategias que abordan temas de
vulnerabilidad que ha puesto de manifiesto el brote del virus, tanto en el
mundo laboral como en la identificación de necesidades de las
personas que realizan su trabajo sin protección social o en la economía
informal.
De
igual manera se abordaron aspectos tales como la promoción del empleo pleno y
productivo, así como de empresas sostenibles; la adopción de medidas
encaminadas a garantizar que la disminución de la pobreza, el fomento de la
igualdad y la lucha contra el cambio climático constituyan elementos primordiales
del proceso de recuperación, aunado a las medidas que puede adoptar la
comunidad internacional para promover el cumplimiento de la Agenda 2030 de las
Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.
“Vivimos
una era extraordinaria, donde la comunidad mundial vive su peor crisis desde
hace 75 años y el mundo del trabajo se ha visto devastado por el COVID-19”, con
esta frase inicio la moderadora de la cubre, al externar el contexto
económico-social actual. Como antecedente se reconoció el centésimo aniversario
de la OIT, celebrado en el 2019, en la cual se aprobó la Declaración del
Centenario para el futuro del trabajo, la cual establecía una hoja de ruta para
la OIT y sus mandatarios, para desarrollar e implementar estrategias en el
mundo del trabajo. Tan solo 9 meses después de haber sido aprobada la
declaración del centenario, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara
al COVID-19 como una pandemia, la cual ha devastado el mundo del trabajo y a
sumergido al mundo en una de las peores crisis humanas, económicas y sociales
de la era moderna, dejando visibles la vulnerabilidad de millones de
trabajadores y empresas, exacerbando las desigualdades que existían con
anterioridad.
El
covid-19 no discrimina y las repercusiones laborales las han sufrido los grupos
más vulnerables, exacerbando aún más las desigualdades que ya existían antes de
la pandemia. Mujeres y jóvenes se ven especialmente afectados y estos últimos
corren el riesgo de convertirse en una generación del confinamiento, cuyas
vidas laborales estarán marcadas por la pandemia.
Se
han perdido el equivalente a 400 millones de puestos de trabajo de tiempo
completo. Los trabajadores migrantes que se empleaban en la economía informal,
aquellos que tienen formas atípicas de empleo que tienen salaros bajos;
millones de PIMES se han visto obligadas a cerrar. Por tal motivo el mundo del
trabajo no puede y no debe seguir siendo el mismo, después de esta crisis, dio
a conocer Guy Rider Director General de la OIT.
Después de una agenda exhaustiva, funcionarios y mandatarios concluyeron que para que exista una recuperación del mundo laboral, los países deberán de realizar algunos cambios vinculados a alcanzar un equilibrio en el plano político; mantener intervenciones a la escala necesaria; apoyar a los grupos vulnerables con el fin de lograr un mercado laboral más justo; fomentar la solidaridad y el apoyo internacional, además de fortalecer el diálogo social y el respeto de los derechos en el trabajo. Bajo la misma perspectiva será necesario a nivel global realizar un enfoque centrado en el ser humano para aumentar la inversión en la capacidad de las personas, las instituciones laborales, el empleo sostenible y decente en el futuro, se proporcionan referencias muy útiles para abordar los citados retos.
TN University líder en desarrollo sostenible y económico.